Google le debe 5,000 millones de pesos (más actualizaciones) al abogado Ulrich Richter Morales. Es el equivalente a 250 millones de dólares. Es el monto que impuso un tribunal de la Ciudad de México en la mayor condena por daño moral en la historia de México.

  • El asunto sigue en disputa y los nuevos ministros de la nueva Suprema Corte, que se estrenan el lunes, decidirán si Google paga o no paga.

El litigio provocó un cierre de película en la Primera Sala de la Corte, donde el caso esperaba sentencia desde 2023. La Sala tuvo su última sesión de la vida el 13 de agosto, antes de bajar la cortina. 

  • La reforma al Poder Judicial desapareció las salas especializadas. La nueva Corte sólo dictará sentencias en pleno, esto es: con el conocimiento y el voto de todos los ministros.

Las salas nunca fueron lugares aburridos. Richter vs. Google lo evidenció también en el último minuto. La Corte aceptó una solicitud de Richter que alegaba que el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, responsable de proponer la sentencia en la Primera Sala, era proclive a Google.

“Existe un riesgo fundado de la pérdida de imparcialidad (del ministro) al momento de resolver el asunto”, dice la solicitud, que relata una posible inclinación hacia Google por las conexiones del ministro con la Universidad de Harvard y, a su vez, las relaciones de Harvard con Google. Suena rebuscado, pero la Corte iba a analizarlo (46/2025). Notificó el 4 de agosto.

A la Primera Sala le quedaba una sesión. El proyecto de sentencia de Gutiérrez Ortiz Mena seguía siendo un misterio. Nada fuera de norma: era el más lento de la Corte. El caso tenía 760 días en su escritorio, por encima incluso de su récord promedio.

  • “El tema del debate es muy sencillo: a Google se le pidió que retirara un blog con información ilegal y no lo hizo”, me dijo Richter consultado para este artículo.
  • “Responsabilizar a las plataformas por el contenido generado por los usuarios podría tener consecuencias graves sobre la libertad de expresión en línea”, comunicó Google en un blog el 9 de junio.

Corre una versión periodística que dice que el ministro ya tenía un proyecto que favorecía a Google. A menos que un espía hubiese revisado sus apuntes, nadie nunca lo conoció. Alguien pudo inventarse la especie para hacer creer que el caso avanzaba.

Otra lectura es que el impedimento fuese una herramienta de presión para que la vieja Corte resolviera el litigio y no los nuevos ministros elegidos por voto popular.

Lo cierto es que la prolongación del caso sólo beneficia a Richter: cada día aumenta el monto de la condena a su favor.

Todo regresará a cero el 1 de septiembre. Richter vs. Google será asignado a uno de los nuevos ministros, quien deberá revisar los antecedentes y escribir y proponer un proyecto de sentencia para discutirse en el pleno.

Me interesa tu opinión. Escríbeme: soto@economicon.mx

Richter vs. Google: la cobertura en Economicón


Comentarios

economicon