Jonathan Wright, director ejecutivo global de Dow Jones, propietario de The Wall Street Journal. Foto: Cortesía Dow Jones

The Wall Street Journal ha olfateado negocio en América Latina y tiene claro lo qué puede ofrecer en la región, además de la calidad del periodismo económico que caracteriza a este periódico radicado en Nueva York. Las claves son contenido especializado en evaluación de riesgo y cumplimiento regulatorio. Nadie puede negar que en América Latina hay tela de dónde cortar.

Jonathan Wright, director ejecutivo global de Dow Jones, la holding que posee de The Wall Street Journal, estuvo de visita en México hace un par de semanas como parte de una gira por América Latina para visitar a sus socios de negocio y entrevistarse con ejecutivos corporativos, funcionarios de gobierno, directores de medios y emprendedores. La idea es llevar a Hong Kong, donde Wright tiene sus oficinas, “un montón de información, un montón de retroalimentación y mucho entendimiento” de la circunstancia de América Latina y regresar con una estrategia que permita a The Wall Street Journal crecer su negocio, dijo Wright, encargado de diseñar estrategias de crecimiento para el periódico y su grupo editorial.

Risk & Compliance (Riesgo y Cumplimiento) es una de las verticales de mayor crecimiento de Dow Jones, un grupo de medios propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch. Además de The Wall Street Journal, Dow Jones edita Barron’s, MarketWatch, Financial News y Factiva. Jonathan Wright está convencido que la experiencia del Journal de más de 125 años puede aportar a las compañías latinoamericanas a fortalecer sus negocios y, sobre todo, ayudarles a construir mejores estrategias contra la corrupción interna y externa y el cumplimiento de un marco regulatorio cada vez más complejo y global.

“El negocio Risk & Compliance de Dow Jones tuvo un crecimiento de alrededor 27% en el tercer trimestre de 2018”, dijo Wright. “Las compañías, principalmente las financieras y las aseguradoras, pero en general todas las corporaciones necesitan preparar reportes de due diligence (una auditoría obligada a la hora de asociarse con otras compañías), revisar los listados de sanciones públicas o evaluar los riesgos de la parte con la que se hace negocios. Lo estamos haciendo bien con el producto Dow Jones Risk & Compliance y creemos que podemos aportar ese valor en América Latina”, dijo.

La oferta de The Wall Street Journal parece afincarse sobre motivos concretos. Los recientes dos años han mostrado fenómenos de corrupción a escala regional nunca antes vistos. El caso Odebrecht es paradigmático, sobre la manera como esta constructora brasileña pagó sobornos a funcionarios de 10 países de América Latina para hacerse de contratos públicos (México incluido, con una suma que podría superar los 10.5 millones de dólares). Pero no es el único caso. Los Papeles de Panamá son otro ejemplo con sello regional, exhibido en una investigación periodística sobre millones de documentos de un despacho jurídico radicado en ese país centroamericano dedicado a crear empresas fantasma para políticos y empresarios que deseaban evadir impuestos.

¿Los ejecutivos latinoamericanos necesitan el consejo de The Wall Street Journal? Sí, dijo Jonathan Wright: “Durante 125 años hemos intentado hacer lo mejor que podemos para construir una gran marca de información económica y financiera y entregarla a las personas que quieren una visión global de los negocios y las finanzas. Somos una de las mejores fuentes en esa materia”. La unidad Dow Jones Risk & Compliance, de acuerdo con Wright, está diseñada para ayudar a actuar de manera más ágil y con mayor confianza para la evaluación de riesgos y el cumplimiento regulatorio contra el lavado de dinero y la corrupción.

Somos necesarios: Wright

La estrategia comercial de The Wall Street Journal ha dejado enseñanzas en la industria de medios a escala global. Este decano del periodismo económico es pionero en la instalación de muros de pagos para leer su contenido, un muro que los especialistas en medios digitales llaman rígido: o pagas o pagas. Fue inflexible a la hora de decidir entre un entorno abierto o híbrido, que permitiera a los lectores consumir su contenido sin costo o con algunas restricciones, a la exigencia de una membresía de pago. Eligió la segunda opción. The Wall Street Journal confió en la calidad de su producción periodística y eso lo ha vuelto un doble referente: uno informativo, como lo ha sido desde finales del siglo XIX, y otro industrial, como un faro al que muchos medios observan a la hora de reconfigurar su negocio.

The Wall Street Journal sumó 1.58 millones de suscriptores al tercer trimestre de 2018, que terminó en septiembre, de los cuales más de 1 millón son suscriptores exclusivamente digitales (65%). Con esos números, este periódico estadounidense es responsable de la mitad de las suscripciones de todo el grupo Dow Jones al que pertenece. Lo digital representa 33% de los ingresos de toda la vertical News & Information de Dow Jones, que tuvo ingresos de 2,520 millones de dólares entre 2017 y 2018, un crecimiento de 23 por ciento.

“El periodismo profesional, libre e innovador es indispensable. Creemos que el trabajo de The Wall Street Journal es necesario en la región”, dijo Wright.

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