Público no alcanzó los cinco años de vida en el soporte papel. El viernes, Mediapubli, compañía editora del diario español que tiene como principal accionista a Jaume Roures, anunció la publicación de las últimas ediciones papel, en espera de la resolución del concurso mercantil solicitado a principios de enero del 2012. La intención era circular dos días más, hasta el 26 de febrero, pero los trabajadores decidieron otra cosa:

Sería una tomadura de pelo tanto para la plantilla como los lectores. Lo consideramos un último gesto de dignidad profesional ante la mala gestión de la empresa. El diario de hoy, viernes 24 de febrero, es el último ejemplar de ‘Público’ en su edición de papel”, escribieron en una nota en el sitio web del periódico.

La aparición de Público fue noticia en el 2007: su director fundador fue Ignacio Escolar, uno de los indispensables del nuevo periodismo hispano y blogger de extrema reputación. El periódico pintaba para ser una referencia obligada: le hablaba a las juventudes progresistas, con mucho peso en las nuevas temáticas editoriales. Le apostaron todo al papel en uno de los peores momentos de la prensa impresa: baja de difusión tradicional, descenso de anunciantes y migración a los soportes digitales.

En la carrera acompañaba a Público un desarrollo periodístico encabezado por otro grande del nuevo periodismo hispano: Gumersindo Lafuente, quien dejaba la dirección de elmundo.es, con récord de tráfico e innovación editorial, para dirigir Soitu.es. Este sitio, que apenas duró 22 meses, se caracterizó por proponer temas distintos a la agenda de las grandes cabeceras: delineó entre sus prioridades la cobertura de medio ambiente, de la emergente cultura digital y la inclusión de fuentes alternativas (ONG, institutos independientes y otras voces).

Hoy los dos son historia. Público deja una plantilla de 160 trabajadores, pérdidas de 59 millones de euros en 1,599 días de operación, 299,000 lectores de la edición papel (según el Estudio General de Medios distribuido en noviembre del 2011) y 5.5 millones de usuarios únicos mensuales en su web (según el más reciente control de OJD en España).

Más circulación en la calle no significaron mejores ingresos para el diario, que año con año fue acumulando pérdidas. Tampoco más tráfico en la web pudo capitalizarse en beneficio del medio, que presentó pocas propuestas innovadoras en la construcción de nuevas fuentes de ingreso.

La evolución en números del periódico Público de España.

La evolución en números del periódico Público de España.

Jaume Roures y el actual director editorial, Jesús Maraña, han puesto a internet y a las nuevas plataformas digitales, si no como las principales responsables del fracaso de Público, sí como incitadoras de cambios radicales con los que, desde su perspectiva, es muy difícil avanzar:

El vídeo no pudo matar a la estrella de la radio, pero entre el márketing promocional (importa menos que sea cultural o se trate de bicicletas estáticas) y la glorificación del periodista multiplataforma, todólogo y ‘barato-barato’ estamos en el camino correcto para dar el tiro de gracia al periodismo”, escribió Maraña en un post de despedida de la edición papel.

Roures, citado por la agencia Efe desde Los Ángeles, donde se encuentra como parte del equipo de producción ejecutiva de Midnight in Paris, de Woody Allen, fue más directo:

Estoy muy jodido. En estos años hemos hecho grandes esfuerzos que han fructificado en un periódico que ha funcionado, pero no creíamos que viniera esta crisis, que va a continuar muchos años (…) Básicamente, el dinero que habíamos puesto se ha acabado.

“No esperábamos que (la evolución tecnológica) se comiera al papel tan rápidamente. Si hoy nos planteásemos sacar un periódico con millones de iPads en el mercado, no lo haríamos. Pero hace años no sabíamos que iba a ser así. La gente se vuelca en lo digital y quizá no profundiza en la forma que busca el periodismo”.

Bienvenidos, otra vez, a un mundo sin papel.

Este post se publicó originalmente en mi blog Economicón para El Economista.

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