Imagen original de Jane Boyko de https://stormotion.io/ Licencia CC BY 2.0.
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La autoridad antimonopolio de México, la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica), ha iniciado una nueva investigación sobre el mercado del comercio electrónico por la sospecha de que existen prácticas anticompetitivas que pueden inhibir o afectar la participación en el sector a favor de determinado o determinados actores. El anuncio, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 31 de marzo de 2022, es bastante escueto, pero ofrece pistas sobre el segundo abordaje de Cofece en el comercio electrónico. Veamos.

1. Afectaciones directas para los consumidores finales

La nueva investigación de Cofece se realizará “en el mercado de comercio electrónico minorista en el territorio nacional”, de acuerdo con el anuncio, con impacto en la relación de uno o más actores del mercado con los consumidores finales, en lo que se conoce como B2C (business to consumer o ventas de empresa a consumidor final).

En el primer abordaje fue un tema B2B (business to business o ventas de empresa a empresa), con la Cofece averiguando si Mercado Libre, uno de los principales participantes del sector, imponía a sus clientes corporativos la compra de otros servicios de la compañía (en algo que se conoce como “ventas atadas”). 

Al final, la investigación de la autoridad antimonopolio determinó que no existían dichas prácticas anticompetitivas y que no había elementos para castigar a Mercado Libre.

La secrecía que obligan las investigaciones de Cofece y algunas comunicaciones públicas de la propia autoridad crearon la expectativa de que se trataba de una investigación global que tendría grandes repercusiones.

Los resultados mostraron que apenas se había investigado a un participante, Mercado Libre, por un tema muy particular que resultó infundado.

Frente a las expectativas, el cierre de la investigación resultó decepcionante.

Para este segundo abordaje, la Cofece ha sido más específica, con una comunicación más escueta que la de 2018 y sin motivar expectativas desbordadas: se investigará el “comercio electrónico minorista”.

Esto me lleva al segundo punto.

2. ¿Qué papel jugará la Profeco?

Al tratarse de un tema con afectación directa al consumidor final (B2C), la Profeco deberá jugar un papel protagónico como tercero coadyuvante. Esto no quiere decir que la Profeco esté ausente en las relaciones B2B (ventas de empresa a empresa, como en la primera investigación de la Cofece), pero es más obvia su responsabilidad en la defensa de los consumidores finales en cualquier mercado.

Siendo una investigación relacionada con el “comercio electrónico minorista”, la Profeco tiene la obligación de participar activamente y proveer de insumos informativos en las etapas de investigación de la Cofece. 

La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) tiene un papel claro y necesario, pero las condiciones políticas son completamente diferentes a las de 2018. La Profeco es una herramienta política de la llamada “Cuarta Transformación”, el movimiento del presidente López Obrador, quien reprocha la existencia de órganos autónomos reguladores como la Cofece.

En ese escenario, ¿será factible la colaboración de la Profeco con la Cofece? 

3. La competencia reguladora de la economía digital

La tercera y última pista tiene que ver con la competencia de la Cofece sobre la economía digital, un territorio de regulación que ha disputado judicialmente con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Es un forcejeo con algunos años de vida. Ambos órganos reguladores reclaman competencia sobre la economía digital, en una nebulosa que el Primer Tribunal especializado en competencia y telecomunicaciones ha querido zanjar dando a cada regulador trozos del territorio.

En junio de 2021, el tribunal determinó que la Cofece era competente en los mercados de servicios de búsqueda en línea, redes sociales y servicios de cómputo en la nube, mientras que el IFT tiene autoridad regulatoria sobre el mercado de sistemas operativos móviles.

Es evidente que los segmentos descritos por el tribunal son apenas una pequeña muestra del catálogo total de la economía digital, en permanente evolución, por lo que la Cofece seguirá trabajando en la ampliación de su campo de cobertura.

Como parte de esa dinámica, la Cofece creó la Dirección General de Mercados Digitales, que responde directamente al pleno de la comisión, y ahora nos informa de una nueva investigación relacionada con economía digital. En la acera de enfrente tenemos a un IFT mareado y sin protagonismo claro siquiera en su área de regulación más obvia: las telecomunicaciones.

4. A sentarse y esperar, con paciencia

La Autoridad Investigadora de Cofece, que encabeza José Manuel Haro Zepeda, tiene hasta 120 días hábiles para concluir la investigación, un periodo prorrogable hasta cuatro veces en caso de ser necesario.

Luego vienen otros 60 días para que la Autoridad investigadora presente su caso al pleno de la Comisión con una propuesta de cierre del expediente (la inexistencia de factores de sanción) o de inicio de un procedimiento seguido en forma de juicio. El pleno tiene 30 días para decidir sobre esa propuesta.

En pocas palabras: falta muuuucho tiempo para conocer los resultados de la nueva investigación en el mercado de comercio electrónico. Se ruega tener paciencia.

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