Se los anunciaron la noche del jueves: Señores periodistas, lamentamos decirles esto, pero trabajan en nuestra última edición impresa; este viernes verán por última vez el diario circulando por las calles. Y así sucedió: ayer no se vio al Rocky Mountain News en las calles de Denver.

Incluso en el periódico de la competencia, el Denver Post, editores y lectores lamentaron la noticia: la capital de Colorado se quedó con un sólo periódico. Y eso, lo saben, no es sano para nadie.

Deberían ver las fotos que el propio Rocky Mountain News publicó en Internet: los directivos, al centro de la Redacción, dan a conocer el cierre del periódico de 150 años de existencia. Una de las fotos muestra a un hombre con una niña de unos tres años sobre las piernas. Me acordé de la gente que lleva a sus hijos al trabajo.

El viernes, el editor en línea del Rocky, Matthew Roberts, publicó un video de 18 minutos sobre la última edición del diario, con entrevistas a reporteros, editores, gente de la calle, lectores. John Temple, director del diario, hace un rápido recorrido de los vertiginosos cambios de la producción noticiosa hasta permitir que sea el propio reportero quien publique directamente en Internet, y eso, dice Temple, es lo que hay que afrontar. “Hay que aceptar el cambio”.

El Rocky Mountain News perdió 18 millones de dólares en 2008 y acumuló una deuda de 130 millones e ingresos que descienden entre 15 y 20 por ciento cada año. En enero de 2007, el periódico fue rediseñado, se volvió de un tamaño más pequeño, con menos páginas y más color. No funcionó. En diciembre de 2008, la compañía editora E.W. Scripps Co. lo puso a la venta.

¿Internet nos puede salvar?, preguntó un trabajador la noche del jueves. Ni siquiera si los ingresos por publicidad crecieran a un ritmo de 40 por ciento anual durante los próximos cinco años, le respondió un ejecutivo de Scripps.

Sólo puede salvar a los periódicos un tipo como Charles Foster Kane, el ciudadano Kane: “Perdí un millón de dólares el año pasado. Espero perder un millón de dólares este año. Y espero perder un millón de dólares el próximo año. Usted sabe, míster Thatcher, a un ritmo de un millón de dólares por año cerraré este periódico en… 60 años” (Orson Welles, 1941).

Adiós, Rocky Mountain.

Este artículo originalmente se publicó en la red de contenidos Composta.net.

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