Aumento del diésel y la gasolina: motivos para la especulación

Éste es un punto de vista, muy general, sobre el incremento en el precio del combustible en México, que en los recientes días ha levantado una fuerte polémica y descontento social. El 27 de diciembre de 2016, la Secretaría de Hacienda informó de un aumento del precio del diésel y las gasolinas Magna y Premium, además de la conformación de 90 regiones (7 fronterizas, el resto en el resto del país) con precios diferenciados, de acuerdo con distintos costos de transporte y logística. De acuerdo con Hacienda, el incremento se debió a los precios internacionales de los combustibles, que se elevaron «de manera importante en el último cuatrimestre de 2016».

Sabemos que para el tema del diésel se incrementó 20% el costo por litro, y por ende las empresas de transporte y todo aquel que se involucre con la cadena de suministro de productos quieren incrementar en la misma proporción el costo de sus tarifas. Por ejemplo, si yo, Fletes Patito S.A. de C.V., estaba cotizando un viaje de México a Chihuahua (poco más de 1,400 kilómetros por la ruta más corta) en 28,000 pesos, con el incremento de 20% tendría que dejar mi tarifa en 34,000 pesos (cifra cerrada).

Sin embargo, esta especulación permite que las empresas incrementen su tarifa 20% de forma deliberada, siendo que el incremento sólo se está dando en el combustible y no en los demás gastos de operación (sueldos, casetas de peaje), es decir, la tarifa debería subir aproximadamente 8% sobre el valor actual, ya que se debe considerar sólo el incremento del combustible.

Esto trae un efecto dominó, pues con que una empresa incremente sus cuotas 20%, de manera automática toda la cadena productiva tendrá que ajustar su precio en la misma proporción.

No discuto el incremento en el combustible, sino que de forma deliberada la mayoría de las industrias están elevando el precio de sus productos 12% por encima de lo que debería de ser.

¿Ustedes qué opinan?

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