Estados Unidos declaró la guerra jurídica a China al obligar la venta de TikTok por motivos de seguridad nacional. El Congreso estadounidense aprobó una ley que da un año para que ByteDance, la empresa china propietaria de TikTok, encuentre un comprador de la app de videos o asuma las consecuencias de un bloqueo. La ley logró un consenso extraordinario en medio de la polarización política y la campaña electoral por la presidencia.
Es la guerra por otros medios: la regulación y los tribunales. ByteDance y China tienen batería para responder. El futuro de TikTok se definirá en el sistema de justicia, donde ByteDance ya tuvo dos victorias judiciales (una contra un decreto de 2020 de Donald Trump y otra contra su prohibición en Montana) y litiga contra un tercer recurso en Texas.
El concepto clave es libertad de expresión, protegida por la Primera Enmienda constitucional, pero no será sencillo hacerlo valer para una compañía vinculada con el Partido Comunista de China y los análisis independientes que afirman que TikTok censura contenido sensible para los intereses del gobierno chino, además de las acusaciones de manipulación y difusión de propaganda contraria a los intereses estadounidenses.
En paralelo se disputa el control de los datos. Los defensores de la ley insisten en que el gobierno chino tiene acceso a la información de los ciudadanos de Estados Unidos, a pesar de los esfuerzos de TikTok de gestionar los datos personales por medio de la compañía estadounidense Oracle.
El gobierno de Xi Jinping está listo para impedir el desmembramiento de una compañía clave para la influencia cultural china. Aplicará su ley que prohíbe la exportación de tecnología sin aprobación gubernamental. Estados Unidos no es India, donde las apps chinas están prohibidas desde hace años: China libra contra Estados Unidos la mayor de las batallas por un nuevo orden mundial, que involucra la dominancia en la economía, el comercio, la tecnología, los recursos naturales y, sobre todo, las mentes, los corazones y los bolsillos de los consumidores.
ByteDance deberá persuadir a los jueces de que la ley restringe la libertad de expresión, limita el discurso público y afecta los derechos de los ciudadanos estadounidenses. ByteDance tendrá aliados: la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) y muchos usuarios de la app, quienes han protestado afuera del Congreso contra un eventual bloqueo de TikTok.
Los jóvenes menores de 30 años en Estados Unidos se enteran del mundo a través de TikTok y cada vez un mayor número de adultos migra a esta plataforma de videos, conocida por su algoritmo adictivo y su alta dosis de entretenimiento. TikTok tiene 170 millones de usuarios en Estados Unidos: la mitad de su población total.
Desde México somos simples observadores. Ni el gobierno ni las agencias regulatorias de competencia (Cofece), telecomunicaciones (IFT) y de privacidad (Inai) han presentado una postura sobre TikTok ni ofrecido señales de política pública relacionada con la app, a pesar de que su futuro en Estados Unidos tendrá impacto en una comunidad de 75 millones de usuarios en México.
Es la guerra por medios jurídicos y su resultado afectará la geopolítica en el corto plazo.
Bienvenida. Agradezco la cálida recepción de Economicón a la OEM, particularmente a Francisco Vázquez Torres, a la directora editorial Martha Ramos y a los lectores. Espero contribuir a hacer la diferencia.