🔥 🔥 Las protestas y los bloqueos contra el #gasolinazo se siguen registrando en todo el país y, a pesar del pacto convocado a inicios de semana por el gobierno de Enrique Peña Nieto con participación de líderes sindicales y empresariales, la percepción de que 2017 será un mal año económico está vigente y en aumento. Hubo noticias para documentar el optimismo: los precios de productos básicos y de algunos servicios se están encareciendo. Se insiste en que los aumentos no deberán ser mayores de 8%, como consecuencia del alza de hasta 20% en el precio de los combustibles, como escribió Rogelio Castillejos en Economicón, pero en la realidad se registran incrementos superiores.
En Economicón: De saqueadores y privilegiados o la logística del deseo
🙀 🚗 En el caso de la canasta básica, por ejemplo, el diario Reforma documentó aumentos de 32% en el precio de la carne y de 16% en el precio de las tortillas. En el caso de los automóviles nuevos, El Financiero documentó aumentos de hasta 8.5% en el precio del Aveo de Chevrolet, el segundo modelo más vendido en México. En los servicios a través de plataformas digitales, Uber y Cabify implementaron subidas; para el caso de Uber, la más alta fue para Guadalajara, donde el costo por kilómetro aumentó 18%
✒ Del pacto hay poco que decir: la Coparmex le ensució las portadas de prensa a Peña Nieto, al negarse a firmar el acuerdo y asegurar que se trata de una iniciativa acelerada sin acciones concretas. El pacto está plagado de buenos deseos e intenciones y más parece un recordatorio de las responsabilidades del gobierno que de un plan de acción para paliar una medida que tomó ¡el propio gobierno!
✈ El ataque con arma de fuego a un empleado del gobierno de Estados Unidos, registrado en Guadalajara el viernes 6 de enero, ha abierto muchas preguntas y dejado pocas respuestas. Para empezar, no sabemos con exactitud si se trata de un agente consular o de un agente de otra oficina, como la DEA (la policía estadounidense contra las drogas). La información ha estado revuelta desde que ocurrió el ataque y supongo que en ello contribuye el involucramiento de una policía local en México, que ha filtrado información no verificada a la prensa. Se creó la percepción, por ejemplo, de que Zia Zafar, el atacante, actuó contra el empleado estadounidense en represalia por la negativa de éste para darle una visa para ingresar a Estados Unidos; luego se supo que Zafar es estadounidense (¿para qué necesitaría una visa?) y el gobierno evitó identificar con claridad las labores del agente Christopher Nolan Ashcraft.
🏃 🏃 Reporte Índigo documentó lo que parece un excelente trabajo policiaco: la captura de Zafar a partir de su huella digital, primero a su llegada al aeropuerto de Guadalajara en un avión procedente de Phoenix, Arizona, en noviembre y, lo más sorprendente, su identificación a partir del pago con tarjeta de crédito que el estadounidense de origen indio hizo en un Starbucks en la capital de Jalisco. Esto —dice la nota de Jonathan Ávila— “permitió ubicar el domicilio para su detención, así como los datos sobre su personalidad”. El secretario de Estado John Kerry emitió un comunicado para felicitar al gobierno mexicano por la captura de Zia Zafar: “En nombre del presidente Obama y el pueblo estadunidense, quiero agradecer al Gobierno de México por su rápido y decisivo arresto de un sospechoso del atroz ataque contra nuestro colega del Servicio Diplomático en Guadalajara, México”.
No puedo imaginarme a los policías mexicanos haciendo un mejor “police work” que Lester Freamon y Roland Pryzbylewski, de The Wire, para capturar en pocas horas a un criminal a través de sistemas electrónicos y de comunicación en Guadalajara. Los dioses a veces escuchan, decía el mayor Howard Bunny Colvin.
Zafar estaba citado para este viernes a declarar ante un juez federal en Virginia, con el cargo criminal de tentativa de homicidio de un representante del Consulado en Guadalajara.
⛽ ⛽ ⛽ En materia de corrupción corporativa hubo dos noticias importantes: la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad publicó una nueva investigación en la que señala que el ministro de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, es el principal comercializador de combustibles en Cozumel, en la Riviera Maya. Según la investigación, firmada Raúl Olmos y Valeria Durán y difundida en medio de polémica por el alza de los precios de los combustibiles a escala nacional, los negocios de Coldwell se remontan a por lo menos 1994 e incluyen contratos en una compañía pública de la que el ministro participa como propietario de su consejo de administración: Pemex. O sea, juez y parte.
Cierto, la noticia no es nueva: desde 2014 se conoce que Coldwell y algunos de sus familiares tienen negocios en materia energética y, en un reporte de mayo de 2014, se conoció que la red de gasolineras de la que el ministro forma parte tenía un valor de por lo menos 10.9 millones de pesos. «He actuado con absoluta transparencia en el caso de dicha participación accionaria», respondió Coldwell en un comunicado el miércoles. O sea, es accionista pero no influye en la administración del negocio. «Durante mi desempeño como Secretario de Energía nunca he favorecido a empresa alguna, y mucho menos personales o familiares». ¿Ustedes le creen?
Y, en Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental señaló a la fabricante de automóviles italiana, Fiat Chrysler Automobiles (FCA), de manipular el software de por lo menos 104,000 vehículos diésel [en inglés] para evadir los controles de emisión de gases contaminantes. Fiat actuó de manera similar a como lo hizo Wolkswagen en 2016 y que ahora, como un acuerdo con la justicia, se comprometió a pagar una multa de 4,300 millones de dólares [en inglés].