Estoy de regreso para subirme al tren de un año 2022 que avanza —diría el clásico— como un Cadillac sin frenos. Espero que ustedes ya vayan cómodos en sus asientos. ¡Feliz año nuevo!
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Atentamente y con mucho cariño, José Soto Galindo.
Noticias
1. La pelota sí se mancha
La privacidad ha muerto para los fanáticos de la Selección Mexicana de Futbol.
- A partir del domingo próximo, cuando la Selección juegue contra Costa Rica en el Estadio Azteca, quienes compren sus boletos por la vía legal deberán entregar una serie de datos personales como medida para negarle la entrada a los palurdos incapaces de reprimir el grito de “¡Puto!” durante los juegos de la Selección.
La Femexfut, la asociación civil que controla el negocio de la Selección, ha actuado como lo haría cualquier gobierno o autoridad de pacotilla: considerando a todos sospechosos y, en consecuencia, registrándolos a todos como presuntos futuros infractores.
También hay razones mercadológicas:
- Los datos personales de los aficionados, no importa si gritan “¡Puto!” o no, “podrán ser compartidos dentro y fuera del país con nuestros patrocinadores, socios comerciales y empresas que puedan realizar promociones personalizadas (…), así como agencias de viaje, líneas aéreas, hoteles, centros de alojamiento y entretenimiento”, se lee en el aviso de privacidad de la Femexfut.
La pelota sí se mancha con abusos como este.
2. Google: una raya más al tigre
Cuatro fiscales de Estados Unidos demandaron a Google por infringir la expectativa de privacidad de sus usuarios y defraudarlos al afirmar que podían limitar la vigilancia de Google cambiando la configuración de permisos de sus dispositivos.
- Los fiscales encontraron que Google siguió registrando información sensible de los usuarios, como su posición geográfica, a pesar de pedirle a Google expresamente que no lo hiciera.
Google incluso amplió su rango de recolección de datos engañando a los usuarios para que habilitaran permisos de geolocalización cuando en realidad no se necesitaban para recibir determinados servicios de la compañía, consideran los fiscales.
- “Google hizo creer falsamente a los consumidores que cambiar la configuración de sus cuentas y dispositivos permitiría a los clientes proteger su privacidad y controlar a qué datos personales podía acceder la empresa”, se lee en la demanda del fiscal del Distrito de Columbia, Karl Racine.
Google es una de las empresas que han definido el llamado capitalismo de la vigilancia: su modelo se basa en la extracción y explotación de los datos personales de los usuarios.
Dice el hijo de una amiga mía: el capitalismo también es conveniencia. Cierto y por eso Google nos tiene a muchos —léase: a cientos de millones de usuarios en el mundo— pegados a sus servicios y vulnerables a sus constantes invasiones a la privacidad.
Las demandas de los fiscales son una raya más al tigre. Una raya que los tribunales, en cualquier caso, deberán acreditar.
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3. ¿Por qué ven Netflix quienes ven Netflix?
¿En verdad el consumidor está en el centro de la estrategia de las empresas de contenido? ¿Cómo se miden las audiencias en un ecosistema de medios y consumo fragmentado? ¿Cómo ha cambiado el público y cómo contribuyó la pandemia en los cambios?
Ligia García-Béjar y María Elena Gutiérrez Rentería, doctoras en comunicación y académicas e investigadoras de la Universidad Panamericana Campus Guadalajara, analizan en esta entrevista para mi canal de YouTube el estado de la industria del streaming de video y conceptos clave de la nueva forma de consumir contenidos audiovisuales, en lo que la especialista Clara Luz Álvarez llama “las nuevas ventanas de difusión”.
Las plataformas de streaming son resultado de una economía de redes y una nueva economía de medios, donde la audiencia se informa a través del entretenimiento y es impactada por las decisiones algorítmicas de las plataformas de distribución.
Y entonces otras preguntas se vuelven pertinentes: ¿existe mayor libertad para los usuarios? ¿Somos más propensos a los bucles de retroalimentación o a las burbujas informativas?
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