Francisco Alanís encabeza una de las cabeceras indiscutibles del top ten del Ranking de Medios Digitales de El Economista y comScore, que mide el desempeño de sitios de contenido nacidos en internet con capital mexicano. La cabecera se llama Sopitas.com y su fórmula parece sencilla: mantener un diálogo constante con la audiencia, tratarla con respeto y, sobre todo, con afabilidad. «Es como si un amigo te contara las noticias y te platicara las cosas que te interesan», dice Alanís, a quien es más adecuado llamar Sopitas… o Sopas o Soups…
Sopitas fundó Sopitas en el 2006, con un espíritu que —más de una década después— sigue vigente: desarrollar un medio honesto, sin falsas pretensiones y, sobre todo, humildad. Su primer empleado lo contrató en el 2011, como una apuesta por el crecimiento del sitio. «No fue para desafanarme de la chamba, sino por la sensación de que Sopitas.com podía funcionar, de que valía la pena apostar». La intuición de Sopitas era adecuada: hoy tiene 19 empleados y 30 colaboradores, entre programadores, diseñadores, fotógrafos y articulistas, algunos académicos reputados por el CIDE o la London School of Economics. «Creo que si hoy decidiera abrir Sopitas.com, estoy seguro de que sería imposible porque hay más competencia con otras páginas, con las aplicaciones, con los videos».
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Sopitas.com es un medio independiente. No acepta publicidad de gobierno y no está abierto a inversión de terceras personas. «Veo, por ejemplo, a otros sitios como Cultura Colectiva o El Deforma que han logrado levantar inversiones y que esas inversiones les han ayudado justamente a catapultar sus plataformas, pero en mi caso luego me pregunto qué pasaría si un día resulta que indirectamente acabo recibiendo dinero de Duarte. Está cabrón. Puede sonar muy conservador, pero siento que no hay una mejor forma de involucrarte o apasionarte por lo que estás haciendo que justamente saber que todo el riesgo es tuyo».
Sopitas no es ningún advenedizo: comenzó su carrera en medios de comunicación a finales de los noventa, en la desaparecida estación Radioactivo, y desde entonces trabajado en radio y ha sido columnista de periódicos de papel. Hoy colabora con Récord, de Grupo Editorial Notmusa; Máspormás, de Gustavo Guzmán, y el programa Así las Cosas de Gabriela Warkentin y Javier Risco, en W Radio.
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La fórmula de Sopitas.com podría identificarse con la palabra «conexión»: vincular el contenido con la audiencia y a la audiencia con las marcas. Las vías de ingresos la representan patrocinios de marcas, la generación de contenidos y la venta de publicidad display (los anuncios tradicionales de la web). «Con Tecate fui a hacer una cobertura de la pelea del Canelo y Chávez Jr. y jaló basante bien. Muchas veces son estas actividades de coyuntura las que más te ayudan a conectar con la gente. Tecate ya tenía bien armada su campaña con Sylvester Stallone, pero a veces las marcas tienen problemas para bajar sus campañas a un tema un poco más cotidiano, más humano».
Un ejemplo de eso ocurrió durante el Mundial del 2014, cuando Sopitas montó la «Casa del Mundial», un espacio libre con pantallas patrocinadas por Sony para que cualquier que no tuviera un lugar donde ver los partidos pudiera hacerlo. «Ese es el sentido que buscamos con los anunciantes, una conexión vivencial, sobre todo tomando en cuenta que el display está muriendo».
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«Muchas veces decía que si a mí me dieran el dinero que tienen otros medios haría maravillas, pero hoy creo que es más relevante poder desarrollar un lenguaje o lograr conectar con la gente. Nos ayuda mucho ser unos cuates como cualquier otros, nos la pasamos bien con lo que estamos haciendo, nos gusta cotorrear».
Y si alguien se pregunta por qué le dicen Sopitas, no es porque de niño la pasó comiendo sopas ni por «aguado y caliente». Le dicen Sopitas por su problema de seseo. «Soy un caso de bullying de éxito».
Este artículo se publicó originalmente en El Economista el 25 de mayo de 2017.