Ignacio Escolar, periodista y fundador de eldiario.es. Foto: José Soto Galindo
Ignacio Escolar, periodista y fundador de eldiario.es. Foto: José Soto Galindo

El periodista español Ignacio Escolar ha demostrado con eldiario.es que se puede hacer periodismo de acceso libre para cualquier lector, que tenga repercusiones políticas y sociales y que sea un negocio rentable al mismo tiempo. Lo hace sin recurrir a la publicidad de gobierno ni al tráfico masivo que provocan las notas de gatitos o los chismes de celebridades que rompen el internet. “Si he querido ser periodista no es para hacer notas de gatitos”, dijo Escolar, director y fundador de eldiario.es.

eldiario.es, con sede en la Gran Vía de Madrid, vive principalmente de las membresías que cobra a sus lectores, quienes obtienen como beneficios ver el periódico sin publicidad, recibir primicias informativas en sus correos o participar en encuentros con periodistas de eldiario.es. Desde 2012, año de su fundación, ha acumulado más de 34,000 abonados, con una contribución mínima de 5 euros mensuales.

Durante 2017, los suscriptores aportaron 1.3 millones de euros para el sostenimiento de este medio nativo digital. Según el espíritu de eldiario.es, los suscriptores “no pagan para leer la información, pagan para que la información se difunda”. Es una bandera que Escolar ondea para defender un periodismo que vigila el poder, defiende los derechos humanos y busca construir una democracia mejor.

Este año se ha colgado algunas medallas envidiables en combate a la corrupción:

  1. El exbanquero Rodrigo Rato, quien fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y dirigió el grupo financiero Bankia, fue condenado en octubre a cuatro años y medio de cárcel por el uso de tarjetas “black”, unas tarjetas de crédito que permitían a los ejecutivos del banco cargar a la cuenta de esa institución gastos en alcohol, bolsos, fiestas y retirar dinero en efectivo. El caso fue revelado por una investigación de eldiario.es, cuando estaba fresco el rescate por quiebra de Bankia con 22,429 millones de euros de dinero público.
  2. Las políticas españolas Cristina Cifuente Cuenca a la presidencia de la Comunidad de Madrid (la alcaldía) y en septiembre de Carmen Montón Giménez al Ministerio de Sanidad de España. Ambas políticas habían obtenido títulos de másters por la universidad pública Rey Juan Carlos con trampas y corrupción. Investigaciones de eldiario.es revelaron los casos y las obligaron a dimitir.

Tras conocerse el caso de su máster apócrifo, Cifuentes demandó a Escolar por “revelación de secretos”. ¿No es justo de lo que se trata el oficio de periodista? “Eso pienso yo, que el delito de revelación de secretos en el caso de un periodista no es un delito, es una obligación”, dijo Escolar, galardonado por su trayectoria por la fundación de periodismo de Gabriel García Márquez, la FNPI, en octubre pasado. A continuación presentamos esta entrevista con Escolar realizada en la Ciudad de México el 4 de diciembre pasado.

—Has construido un medio rentable y que también gana premios. Es una combinación poco común. ¿Ocurrió porque otros dejaron de hacer cosas o porque ofreces algo que no existía en el mercado?

—Un poco una combinación de las dos respuestas. Ocurrió porque los otros no podían hacer cosas, no es que dejaron de hacer cosas. Y no podían hacer cosas porque la situación en la que estaba la prensa en el momento en que nació en España eldiario.es era muy difícil, una crisis económica tan dura que comprometió la independencia editorial de los medios y que permitió que un medio tan pequeño como era eldiario.es en su nacimiento pudiese empezar a dar noticias que otros no contaban. Y como hacíamos cosas que otros no contaban, nos fue muy bien y empezamos a conseguir una audiencia muy fuerte y el apoyo económico de muchísimos lectores que nos ayuda a financiarnos y a desarrollar un modelo de sostenibilidad.

Ignacio Escolar, Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2018.

—¿Ha terminado la crisis del papel? —le pregunto en referencia a los difíciles años de 2008-2009 que vivió la prensa de papel, con una pérdida masiva de lectores, una bajada drástica de los ingresos publicitarios y un encarecimiento del precio del papel.

—Creo que la crisis del papel no ha terminado y no va a cerrarse nunca. El papel va a seguir decayendo hasta convertirse en un producto muy pequeño en comparación con el resto de la prensa. Al papel le espera el futuro de los discos de vinilo, que es que no desaparecen pero dejan de ser el hermano mayor como soporte para la música grabada. Los discos de vinilo son objetos de coleccionistas para un público muy elitista; funciona como objeto de colección y no como producto masivo.

El diario.es nació en 2012, en mitad de una tormenta con la crisis del papel, la crisis de las hipotecas subprime y Lehman Brothers. En el caso de Europa, la crisis del euro, la crisis del sur de Europa, que en España fue tremendamente dura, con el rescate financiero del sector financiero por parte del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central y la Comisión Europea… un momento muy difícil para España.

—Haces una analogía entre los discos de vinilo y la prensa de papel, ¿te refieres a los ingresos de las compañías informativas por la venta de periódicos?

—No tanto ingresos y tampoco siquiera como soporte mayoritario. Está pasando en España y en todos los países en donde hay muchos más lectores en digital que en papel. Esa es una curva que va a hacer inexorable, no va a cambiar. No se trata siquiera de una cuestión, en mi opinión, de que el soporte sea compatible. Un periódico digital, a diferencia de lo que pasaba con la radio y la televisión —que no mataron el periódico, porque el periódico hacía cosas distintas—, hace lo mismo que un periódico de papel pero mejor y más barato.

Un periódico de papel podía tener las farmacias de guardia fáciles de encontrar, como no podías hacerlo a través de la tele o en la radio. Podías buscar las noticias cuando quisieras, cosa que no tenías en la tele ni en la radio. La prensa digital hace exactamente lo mismo sólo que mejor. Más allá de atributos emocionales con el soporte físico, como el que se tiene con el vinilo, por eso pongo ese ejemplo, la música es la misma. En digital hacemos lo mismo que en la prensa escrita con el añadido de que tenemos espacio infinito, capacidad de transmisión instantánea. Es un periódico mágico en el fondo, con lo cual es inexorable e inevitable que a medida que cambien los hábitos de los consumidores, que tienen que ver más con el objeto que con las propiedades del objeto, el papel desaparezca.

—Salarios justos, ingresos, beneficios… haces ver que el periodismo sí es negocio, ¿estoy equivocado?

—El periodismo no es un negocio normal, en el sentido de que el periodismo es un servicio público y como servicio público tiene unos atributos que no son simplemente ganar dinero. Así nos lo tomamos en eldiario.es. Aunque seas una empresa privada, eres un servicio público, estás atendiendo una necesidad social igual que un hospital privado atiende un servicio público de sanidad. Nosotros somos lo mismo. Aunque lo hagamos como empresas privadas, satisfacemos una necesidad de información de la sociedad y de vigilancia del poder y tiene que ser rentable no porque sea un negocio, sino porque si no lo es el negocio será otro.

Nadie pierde el dinero porque sí. Si alguien pierde el dinero en el periodismo será porque lo está ganando con un contrato público, con una recalificación, con un favor del poder, con cabildeo y es un negocio distinto al del periodismo. Es el negocio de las relaciones públicas. Si tú tienes un periódico que no es rentable, que se utiliza para intereses distintos, no tienes un periódico, tienes un sector más del negocio de las relaciones públicas.

¿Por qué eres socio de eldiario.es?

—Has dicho que, dependiendo la métrica con la que se mida, estás entre los 4 y los 10 periódicos más grandes de España pero vendes en publicidad lo que vende el número 25. ¿Cuáles son las causas?

—Nosotros somos un periódico incómodo para el poder, también para el poder económico, y eso hace que el tipo de publicidad que en algunos casos contratan los medios no sea a cambio de publicidad, sea a cambio de callar noticias, no de producción. Nosotros eso no lo hacemos. Tampoco tenemos una relación perversa con los gobiernos. El porcentaje de ingresos que viene del sector público para eldiario.es es ridículo, no ha de llegar a 5% de los ingresos totales y nos financiamos en gran medida con lectores.

Probablemente crezcamos y no se debe a que seamos incómodos. Nuestro periódico ha crecido muy rápido en muy poco tiempo y eso hace que el sector publicitario no nos reconozca tan rápidamente. Nuestro crecimiento ha sido tan rápido, tan explosivo que todavía en el mercado no se ha reconocido la posición que tenemos y esa es otra de las razones por las cuales no tengo los ingresos de medios mucho más viejos que yo.

—¿Pudiste haber crecido tanto con un CMS distinto a BitBan? —le pregunto sobre el gestor de contenidos que fundó con su hermano, Héctor Escolar. El CMS es a la industria de contenidos digitales lo que una rotativa para las publicaciones impresas.

—Probablemente no. BitBan es un CMS que desarrolla una empresa de la que soy pequeño accionista. Los accionistas principales son mi hermano y otro socio más, Ale García; mi hermano es Escolar y el es García. Es una empresa que fundamos en el año 2008-2009 cuando salí de la dirección de Público, mi anterior periódico.

BitBan es un CMS bastante potente con el que trabajan muchos periódicos en todo el mundo, también en América Latina, y que nos ayudo un montón porque cuando yo monté el CMS [Content Management System, por su sigla en inglés] lo hice no por ambición tecnológica, sí un poco por ayudar a mi hermano, pero sobre todo que es informático y venía de trabajar precisamente en el mismo sector, con el grupo Planeta. Cuando él decidió ponerlo en marcha, yo le apoyé porque para mí era clave tener tecnología para más adelante, cuando yo fundase mi periódico.

Llevo con el plan de eldiario.es más de una década, más de 15 años en realidad. Compré el dominio entre 2003 y 2004, hace mucho tiempo ya que estoy detrás de esa idea de montar mi propio periódico. En 2002 la tenía clarísima ya y la tecnología era fundamental. Sin una tecnología propia como la que tenemos en BitBan no hubiésemos podido poner en marcha eldiario.es.

—¿Cómo mides la relevancia del diario.es?

—Hay muchos criterios objetivos para medir la relevancia. Uno es la repercusión en otros medios. Nosotros permanentemente estamos en el debate del público español con noticias propias. Otro es las consecuencias políticas que provocamos. Este año hemos forzado la dimisión de una presidenta de un gobierno regional, de una ministra del gobierno de España, estuvimos a punto de mandar a los tribunales al líder de la oposición y esto sólo es lo más llamativo. Hemos metido en prisión a Rodrigo Rato —bueno, una información nuestra, destapada por nosotros, acabó provocando la entrada en prisión de Rodrigo Rato.

—En términos de medición de tráfico, ¿a cuáles indicadores les prestas atención?

—Nosotros tenemos alrededor de un millón, un millón 200,000 usuarios únicos al día, pero a mí lo que me obsesiona no es tanto esa audiencia sino otros parámetros, como el tráfico directo a portada. Es muy distinto ser un lector que te busca a ser un lector que te encuentra. Un lector que te busca es mucho más valioso. Es un lector que sabe que vas a contar de la realidad, en cambio un lector que te encuentra es el que navega en una red social y acaba leyendo una noticia tuya irrelevante de las Kardashian. No es lo mismo, no tiene el mismo valor.

También miro mucho, además del tráfico directo a portada que en nuestro caso es altísimo [el tráfico interno de eldiario.es supera el 55%, por encima de la media registrada por el sitio de medición de audiencias Parse.ly]. Tenemos un 30 y tantos por ciento de tráfico directo a portada. Es muchísima gente.

Le presto mucha atención al tiempo de permanencia en página, cuánto tiempo se están leyendo nuestros contenidos. Creo que es un indicador mucho más relevante que el simple clic. Si tienes una noticia muy vista de sólo 15 segundos de permanencia, lo que tienes es un fraude al lector, porque estás vendiendo un titular que luego no tiene nada debajo. Llegan y se van. Eso significa que no les interesa nada de lo que les has contado y además que les has hecho publicidad engañosa. Ese tipo de titulares a mí no me interesan. Si he querido ser periodista no es para hacer notas de gatitos. Nosotros en eldiario.es siempre debemos tener entre las noticias más vistas permanencias medias por encima del minuto.

Periodismo sin hipotecas: así son las cuentas de eldiario.es en 2017

—¿Qué sigue para eldiario.es?

—No me atrevo a hacer pronósticos, porque han fallado todos. Yo era bastante más pesimista sobre el futuro de eldiario.es de lo que luego ha sido. Me ha superado la realidad de eldiario.es. Nosotros tenemos una ventaja en cuanto a los medios con los que competimos, que casi todos ellos tienen una mochila de papel y una reconstrucción digital pendiente. Nosotros no. Si me comparo con el coste de las grandes redacciones, mi coste es 35-1 respecto a ellas, pero en influencia, audiencia o en lectores la relación más bien será de 2-1. Eso significa que tengo mucho que crecer todavía y que tengo un modelo que está logrando reinvertir en el periodismo todos los beneficios que genera.

En estos 6 años de eldiario.es hemos ganado dinero casi desde el minuto 1. Somos rentables. Todos los ejercicios han sido con fuertes y crecientes beneficios, estamos reinvirtiendo en hacer un proyecto más potente. Solo este año el crecimiento ha sido de gastos y de ingresos de un 40% Crecemos una barbaridad y de forma muy sostenible. Lo hacemos sin deuda, lo hacemos manteniendo la propiedad en manos de los periodistas. De esa manera creo que tenemos todavía mucho recorrido por delante. Hoy somos uno de los 10 periódicos españoles más grandes. Tenemos que ser uno de los 3 periódicos más grandes y en un futuro el 1. ¿Por qué no?

Esta entrevista originalmente se publicó en El Economista el 6 de diciembre de 2018.

Comentarios

economicon