Dijo el joven Thurston: “Deberíamos destruir el proceso capitalista que destruye la cultura juvenil con mercadotecnia masiva y manipulación comercial paranoica. Y el primer paso es destruir a las compañías discográficas. ¿No estás de acuerdo?”.

Economicón es la newsletter de privacidad y sociedad de la información de México. La escribo yo, José Soto Galindo. Bienvenidos a la edición 67°.

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Sanciones por violar la privacidad

México desconoce las sanciones contra los actores privados que violan la privacidad de ciudadanos y consumidores.

• Desde finales de 2019, el Instituto de Protección de Datos Personales (el Inai) mantiene en la opacidad las multas aplicadas, hasta que se hayan cumplido los procesos legales de defensa de los sancionados.

La opacidad del instituto, que también tiene la tarea de garantizar la privacidad, produce un fenómeno absurdo que resta su propia legitimidad y reduce la capacidad ciudadana de castigar reputacionalmente a los infractores.

Los únicos datos que tenemos son generalidades del tipo:

• En 2022 se impusieron sanciones por 60 millones de pesos (Inai). 
• En 2021 se impusieron sanciones por 90 millones de pesos (Inai).

¿A quién? ¿A quiénes? ¿Por qué motivo?

1. ¿Cómo puede conocer la sociedad los criterios que sigue la agencia de privacidad?
2. ¿Cómo pueden otras empresas aprender para evitar vulneraciones a la privacidad?
3. ¿Cómo se pueden construir argumentos de defensa en caso de caer en infracción?

Zero, nada.

Pero la pregunta más importante es:

• ¿Cuántas sanciones del Inai efectivamente han sido cobradas después de terminar su periplo judicial?

En Europa y en Estados Unidos la cosa es distinta: las multas se comunican de inmediato, sin que su publicidad signifique una reducción de los medios de defensa de los actores sancionados.

• Son otras tradiciones jurídicas y otras capacidades de las agencias de protección de ciudadanos y consumidores.
• Digamos que los poderes fácticos no operan tan cínicamente.

Pareciera que el Inai protege más la privacidad de las empresas que la privacidad de los ciudadanos, a pesar de que existen casos que desmienten la premisa.

Por ejemplo, la filtración de que el Inai impuso una multa por 23 millones de pesos a la Federación Mexicana de Futbol por recabar datos personales de menores sin el consentimiento de sus padres o tutores.

• Esta multa irá a tribunales, como todas y con todo derecho de los infractores, y pasarán años antes de que sepamos la conclusión del caso.

Pero la posibilidad de discutirla hoy —así haya sido consecuencia de una filtración— robustece el régimen de protección de datos personales.

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