Póster promocional de Watchmen, serie de televisión de HBO.

Por fin pude ver la serie de Watchmen de HBO. Aquí unos comentarios.

1. Qué privilegio estar vivo para ver y disfrutar el trabajo de Damon Lindelof (Lost, The Leftlovers) coordinando a un equipo fantástico de directores, guionistas, actores y todo el equipo responsable de producir esa joya basada en la gran joya de Alan Moore y Dave Gibbons.

2. Qué privilegio también es haber nacido para conocer y disfrutar el trabajo de Trent Reznor / Atticus Ross y su cultura musical. Es una banda sonora perfecta, cosmopolita, divertida, con humor. Oprime, crea tensión, ofrece descanso, provoca ganas de bailar.

Trent Reznor y Atticus Ross en la presentación en Los Ángeles de la serie de televisión Watchmen. Foto: Cortesía HBO / Jeff Kravitz

3. Cada capítulo es mejor que el anterior, en una continuidad que construye un jenga narrativo con todas las figuras geométricas posibles: política, ciencia ficción, misterio, thriller, violencia, vigilancia, biotecnología, racismo. Y en el fondo, siempre, siempre, el enorme universo de Moore.

4. Están todos: Veidt, The Comedian, Jon Osterman, Silk Spectre… Rorschach, Rorschach, Rorschach. Pero también están los nuevos, difíciles de encuadrar y encasillar, difíciles de “leer”, en un vuelco argumentativo tremendo respecto a la historia original.

5. Es una distopía sobre otra distopía, un universo alterado basado en otro universo alterado. Es Alan Moore, que seguro no ha visto la serie ni la verá, enfocado en construir nuevos universos como el de la inabarcable Jerusalem o la trilogía de The Courtyard, Neonomicon y Providence.

6. Pero también es Ray Bradbury y Philip K. Dick y Damon Lindelof y sus Lost y The Leftlovers.

John Locke, caracterizado por Terry O’Quinn, de la serie de televisión Lost de la cadena ABC.

7. Entonces llego a HBO y la confirmación, otra vez, de que es el servicio de streaming con el catálogo más retador para la audiencia, con el espíritu de HBO de toda la vida. Lo que consiguió como canal de paga, invocando a una audiencia crítica y exigente, lo ha trasladado al streaming.

8. HBO es la opción para ver lo que otros no quieren o no pueden mostrar, lo que no monetiza con la fórmula fácil de entretenimiento producido con algoritmos.

9. Recupero lo escrito por David Simon en aquella carta enviada a los ejecutivos de HBO en 2001 para defender la producción de The Wire: HBO tomó la esencia de las series televisivas y les dio la vuelta, dejando “todos los filos para que cortan” y retan y exigen a los espectadores. (A tu memoria, Michael K. Williams)

Michael K. Williams (1966-2021), en el papel de Omar Little de la serie de televisión The Wire (HBO) creada por David Simon.

10. No se trata de producir en serie (literal) lo que el algoritmo, las tendencias políticamente correctas y el buenaondismo demandan, con la única intención de agradar, entretener y retener a una audiencia facilona y poco exigente.

11. El objetivo tampoco es ganar más suscriptores por el simple hecho de generar más ingresos y beneficios. Aquí hay una intención de alterar las fórmulas y diseñar nuevas para una sola receta, fórmulas que no puedan ser replicadas en el mostrador de una farmacia.

12. Todos los servicios de streaming tienen sus excepciones y cada consumidor toma sus propias decisiones (en casa pagamos Disney+ por nuestra hija), pero en HBO la mayor parte del contenido te va a retar, te va a exigir, te va a picar los ojos y preguntarte si estás dispuesto a pensar diferente.

Un momento de la boda de Joffrey Lannister y Sansa Stark, en King’s Landing, de la serie de televisión Game of Thrones (HBO).

13. Para terminar regreso a la carta de Simon: HBO va a lugares a los que ninguna otra productora puede ir ni en los que puede competir. Y lo hace con inteligencia, honestidad y creatividad. Es HBO.

14. Quizá no haya segunda temporada de Watchmen. Quizá la causa sea la dificultad para replicar fórmula y superar expectativas. Lo cierto es que Damon Lindelof reactivó la rumorología en Instagram a finales de 2021, con la publicación del Contest 778 de Drew Dernavich para de The New Yorker intervenido con un dibujo de Dr. Manhattan flotando y dándole vueltas al viejo dilema del huevo y la gallina.

—Just don’t ask him if there’s gonna be a season two —escribió Lindelof, haciendo referencia al hombrecillo azul.

En cualquier caso, es una joya a la altura de la gran joya de Alan Moore y Dave Gibbons.

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