La loca idea del IMSS de desinfectar el papel con agua, jabón y cloro

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) difundió propaganda que advertía que el papel daba una vitalidad hasta por 5 días a agentes infecciosos como el coronavirus, responsable de la mayor pandemia en 100 años. “Te puedes contagiar de Covid-19 por tener contacto con superficies u objetos contaminados”, señalaba el IMSS en una inserción en un periódico de la Ciudad de México, invitando a extremar medidas de protección en las oficinas.

El papel, como superficie transmisora de Covid-19 y como refugio de días para la nueva enfermedad de coronavirus. El IMSS no citaba fuentes, ¿pero quién pondría en duda lo dicho por la mayor institución de salud pública del país y la de mayor presupuesto (en 2021 ejercerá 326,000 millones de pesos)?

Algo más no cuadraba: para prevenir contagios, el IMSS sugería que se desinfectara el papel con agua y jabón o con alguna solución con cloro. ¿En serio? ¿Los expertos y científicos del IMSS desinfectan sus libros con una remojada en cloro? ¿Desinfectan sus libros? ¿De qué tipo de papel hablamos? ¿Cartón corrugado como el de la paquetería de Amazon y Mercado Libre? ¿Hojas que se compran en cualquier papelería para usar en la impresora? ¿Papel para periódicos y revistas? ¿Papel de baño?

La única persona que yo sabía que mojaba los libros era el poeta Mario Santiago Papasquiaro, a quien el escritor Roberto Bolaño describía como “un lector empedernido con cosas tan extrañas como meterse a la ducha y seguir leyendo”. Papasquiaro tenía la extrañísima honestidad de devolver los libros prestados, pero según Bolaño los regresaba mojados: “¿Será que México es tan grande que puede llover en ciertas partes?”, se preguntaba hasta que descubrió el motivo: Papasquiaro leía y leía y leía incluso debajo de la regadera.

Supongamos que en su propaganda el IMSS se refería al papel más común en las oficinas: el de cuadernos, hojas de impresión, notas adhesivas e incluso libros.

¿Desinfectar esos materiales con agua y jabón o cloro es una buena idea? “Definitivamente no”, me dijo Pedro Ortega Gudiño, ingeniero químico por la Universidad de Guadalajara e investigador SNI desde 2009. “El papel absorbería el agua dañando su estructura física, lo que podría ir desde la deformación (ondulaciones), la adhesión entre varias hojas húmedas o incluso estropear la impresión realizada sobre este material. Ahora bien, para que se diera la supuesta ‘desinfección’ se tendría que asegurar contacto pleno de la solución en todas las porosidades del papel, situación que lo dañaría permanentemente”.

Entonces, si la propuesta de desinfección del IMSS era, por decir lo menos, estrambótica, ¿podía tener razón en las demás cosas que decía su propaganda?

Quise salir de dudas. Pedí por transparencia al IMSS el sustento científico y le pregunté por los tipos de papel susceptibles de recibir un tratamiento anticoronavirus de agua, jabón y cloro (SAI 0064101809720). Obtuve una respuesta a medias. La fuente era un artículo de una revista científica que, para el caso del papel y sin especificar un tipo en especial, citaba someramente dos fuentes de 2003 y 2005, 15 años antes de la aparición de la Covid-19, una enfermedad respiratoria atípica y tan disruptiva que ha paralizado el mundo, ha provocado 1.6 millones de muertes y colapsado la economía global.

Sobre el uso de líquidos para la desinfección o sobre los tipos de papel, ni una palabra. Tuve que presentar una queja ante el Inai, el instituto responsable de la transparencia, para obligar al IMSS a responder (RRA 09145/20).

Entonces ocurrió lo más triste de la historia: el IMSS me aseguró que desinfectar con agua, jabón y cloro es una obviedad que no necesita sustento científico —hasta Papasquiaro lo sabe, ¿no? Sobre los tipos de papel: lo que dice el artículo citado es todo lo que hay.

En el IMSS tienen otros datos, incluso sin tener realmente otros datos. Pero nada llama a la sorpresa: nos encontramos nuevamente ante la marca del gobierno federal, donde la realidad es que no todos vivimos la misma realidad y hay quienes desearían imponer la suya como si fuese la única.

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