Imagen promocional del programa Cantera 14, de Canal 14 del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM), que cubre temas relacionados con el deporte amateur en México. Foto: SPREM

Los medios públicos federales se caracterizan porque no existe una política general que los impulse. Su presupuesto para 2021 evidencia que el gobierno apoya a unos más, a otros se les restringe demasiado los recursos y a unos más sólo se les sostiene su operación básica pero no los deja crecer. Veamos cada caso.

Los ganones

El Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM) fue el mayor beneficiado. Proyecta un presupuesto para el próximo año de 1,334.3 millones de pesos, un incremento de 119.7%. Este monto incluye 800 millones de pesos para inversión en infraestructura física y ampliación de cobertura.

México no tiene una televisora pública de cobertura nacional. El SPREM tiene el mandato legal de “asegurar el acceso al mayor número de personas en cada una de las entidades federativas a contenidos”. El Segundo Informe de Gobierno señala que, con datos públicos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), se recalculó la cobertura poblacional del SPREM; se obtuvo 56.3% en lugar de 49.7%. La Política de Gasto del Ejecutivo Federal detalla que se busca ampliar 29% la cobertura de su señal televisiva. Hacia 2024 espera cubrir 86.1% de la población. 

El otro favorecido para 2021 fue el Canal Once con un presupuesto de 560.9 millones de pesos, un alza de 3% con respecto a 2020 (544.7 millones de pesos). El Canal Once es la televisora pública con mayor cobertura (67.5%) y la única que aparece entre los canales con mayor audiencia: en 2018 tenía 6% de preferencia y superaba las señales de ADN 40 de TV Azteca y Nueve y Foro TV de Televisa. El 3% de la población ve las noticias en el Canal Once. Entre los niños, la televisora del Instituto Politécnico Nacional era la quinta más vista con 8% de preferencia, debido a su programación infantil (IFT).

Estos datos merecen una actualización. El IFT no ha publicado la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales. Se percibe en la cobertura informativa de Canal Once un marcado oficialismo y preferencia por las políticas de la Cuarta Transformación (4T), sin un equilibrio suficiente de otras posturas. Esa escasa independencia editorial puede medirse con la ganancia o pérdida de audiencias en los dos años de administración bajo la 4T.

Imagen institucional de Canal Once, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Los administrados

El Instituto Mexicano de la Radio (Imer) obtuvo un aumento de apenas 2.4 millones de pesos para quedar con un presupuesto de 163.3 millones de pesos para 2021. Este monto apenas es suficiente para sostener su operación diaria. No obstante, a diciembre de 2019 el Imer se mantenía en el séptimo lugar entre 23 grupos radiofónicos en el Valle de México. Tuvo una disminución de 37.83% con respecto a 2018 pero un ascenso de 19.74% en escucha en vehículos particulares. Su mayor crecimiento ha sido en redes sociales, lo cual corrobora que los múltiples canales de distribución son la única manera de llegar a audiencias más amplias.

Un informe de Estadísticas Web y Redes Sociales de Imer Noticias de mayo de 2020 revela que 65.57% de las consultas al sitio se realizan a través de un dispositivo móvil y 20.62% mediante un iPhone de Apple; sin embargo, a pesar de estas cifras tan contundentes, el Imer todavía no tiene una aplicación en el sistema operativo iOS, que proyecte aún más esas estadísticas y audiencias digitales.

Imagen institucional del IMER, Instituto Mexicano de la Radio.

Radio Educación tendrá un recorte de 3.8 millones de pesos para quedar en 77.1 millones de pesos en 2021. Su audiencia radiofónica disminuyó entre abril-junio de 2020 en comparación con el primer trimestre del año pero se duplicó en medios digitales.

Entre enero-marzo de 2020 Radio Educación alcanzó más de 59 millones de personas a través de señales radiofónicas, pero en el siguiente trimestre sólo sumó 6.2 millones de personas. En cambio, en el primer trimestre del año más de 640,000 usuarios accedieron a través de plataformas digitales, pero en abril-junio atrajo a más de 817,000 usuarios. Como en el caso del Imer, los datos de usuarios digitales son alentadores.

A Notimex se le disminuyeron 2 millones de pesos para quedar en 218.5 millones de pesos para 2021. La agencia de noticias está en huelga desde febrero de 2020 con un saldo de 241 empleados despedidos y 85 juicios laborales. Notimex ha sido severamente cuestionada por su oficialismo y por el acoso a opositores en redes sociales. En 2019 proyectó vender 42 millones de pesos; sólo vendió 29.5 millones, 29.68% menos que lo planeado. En marzo de 2019 la agencia tenía 449 clientes; en diciembre del mismo año bajó a 412 clientes: en sólo nueve meses Notimex perdió 37 clientes: gobiernos y medios de comunicación nacionales e internacionales. Lo más grave es que no se extraña el trabajo de Notimex.

Los castigados

Canal 22 recibió un tijeretazo de 25.6 millones de pesos para quedar con 130.1 millones de pesos en 2021, su presupuesto más reducido en seis años. Claramente, la televisión educativa no es una prioridad de un gobierno que se dice de izquierda. Aún así, ha tenido buenos resultados. Canal 22 proyectó en 2019 obtener ingresos por 25 millones de pesos y logró 28.1 millones de pesos; superó los 20 millones de pesos de 2018. El principal cliente fue Thema TV por suscripciones internacionales. Increíblemente, a pesar de ser un medio público, Canal 22 pagó 461.2 millones de pesos al IFT por la renovación de su concesión a 2041.

Las visualizaciones en YouTube de los videos de Canal 22 se triplicaron de 2.2 millones en 2018 a 6.6 millones en 2019, lo cual significa que las audiencias sí ven contenidos culturales del Canal 22 pero no necesariamente en la televisión abierta, sí en las plataformas de video en línea.

La Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE) también tendrá su peor presupuesto en seis años al quedar en 200.9 millones de pesos en 2021, un recorte de 13.6 millones. Como los demás medios públicos, la DGTVE ya venía arrastrando penurias económicas que el próximo año se agudizarán.

Para la política de educación a distancia durante la emergencia sanitaria, la DGTVE fue relegada de su atribución legal de proponer políticas para la ampliación y mejoramiento de los servicios educativos a distancia a favor del SPREM, Canal Once y las televisoras privadas. La Secretaría de Educación Pública (SEP) producirá 4,550 programas de televisión para el proyecto Aprende en Casa II y la DGTVE ha sido protagonista de esta hazaña educativa.

En 2021 los medios públicos federales seguirán sufriendo por una política errática donde ya se observan favoritos, consentidos, los que sólo sobreviven y los que están a punto de entrar en coma y terapia intensiva.

Jorge Bravo es presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi)

Twitter: @beltmondi

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