Ricardo Sheffield Padilla, durante una operación de verificación en terminales de autobuses en la Ciudad de México, en diciembre de 2019. Foto: Cortesía Profeco

Es curiosa la lógica de la Profeco que encabeza Ricardo Sheffield Padilla. Cuando se trata de comercio electrónico, Amazon y Mercado Libre son empresas ejemplares; eBay, no tanto pero tiene potencial, y Alibaba podría compararse con el coronavirus, por poner un villano de moda. Y es curiosa la lógica porque no existe información oficial que la sustente. Es, simplemente, la lógica personal del procurador Sheffield.

El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) explica sus juicios con una analogía sobre conejos. “Hay empresas que son conocidas por Profeco como serias, porque responden a nuestras notificaciones, porque respetan las leyes y a las autoridades mexicanas, ese es el caso de Amazon y Mercado Libre, y hay otras empresas (para las) que nos vemos como Dios a los conejos, que no nos toman en consideración, que no responden a nuestras notificaciones, no responden ni un correo electrónico, como es el caso de eBay y de Alibaba”, dijo a Milenio Televisión hace apenas tres meses.

¿En qué se basa Sheffield para decir lo que dice? A través de una solicitud de transparencia, pedí a Profeco copia de los documentos (resoluciones, análisis, oficios o cualquier otro disponible) que sustentan sus afirmaciones sobre Alibaba y eBay. Pedí el soporte documental sobre Amazon y Mercado Libre. Pedí copia de las notificaciones y de los correos electrónicos que supuestamente fueron enviados a estas compañías.

Tras una “búsqueda exhaustiva”, la Profeco no encontró documentación ni en uno ni en otro sentido. Tampoco encontró información sobre correos electrónicos enviados a Alibaba ni a eBay. No respondió sobre la calidad de Amazon y Mercado Libre (aunque sabemos que la Profeco ha investigado prácticas abusivas de estas dos empresas). Lo que Profeco sí encontró fueron dos visitas a las oficinas de eBay los días 4 y 28 de noviembre de 2019, para notificar de un acuerdo de radicación de queja en la Subprocuraduría de Servicios de la Profeco, con el número de expediente PFC.PDF.B.3/003043-2019. Este caso, informó Profeco, “se encuentra en espera de la celebración de la audiencia”. No transparentó más detalles.

¿Y las notificaciones a Alibaba? Cito la respuesta con folio 1031500134519: “Se realizó una búsqueda exhaustiva en los archivos físicos y electrónicos (…) identificándose ‘0’ cero notificaciones de quejas tramitadas” contra Alibaba. ¿Y los conejos?

La analogía de los conejos ronda la cabeza de Sheffield con frecuencia. En la mañanera del lunes 24 de febrero, insistió sobre Alibaba: “Ve a México como Dios a los conejos, o sea, no existimos, nos ve chiquitos y orejones, en otras palabras: no nos pelan, ni a la Profeco ni a nadie, no toman en cuenta nuestras leyes, nuestros hábitos de consumo, bueno, ni siquiera los precios los tienen en pesos mexicanos”. Sobre eBay matizó: “hoy día no cumplen”, pero “coordinado con nosotros están haciendo un esfuerzo por llegar a cumplir y a darnos nuestro lugar como consumidores”.

Con esa analogía construye una lógica curiosa que esconde más de lo que trata de explicar. Profeco no tiene obligación de elaborar documentos ad hoc para atender a las solicitudes de transparencia, lo dice el criterio 03/17 del Inai, pero agregó como respuesta a mi solicitud un documento de 19 páginas que no cita acciones, recursos, trámites o gestiones concretas de la Profeco para la defensa de los consumidores, un documento que busca evidenciar supuestos incumplimientos de Alibaba y eBay con construcciones verbales en modo condicional y subjuntivo del tipo: tales prácticas podrían suponer, podrían implicar, pueden significar…

Como cualquier autoridad, Profeco debe hacer únicamente lo que le obliga y le permite la ley (como denunciar ante el Ministerio Público los hechos que puedan ser constitutivos de delitos y que sean de su conocimiento). Profeco no puede guiarse por creencias y percepciones, sino en evidencia y sobre el marco jurídico. Y actuar en consecuencia. Pero quizá los conejos quieran dictar otra lógica.

Respuesta del procurador

Recibí del procurador Ricardo Sheffield Padilla la siguiente comunicación como respuesta a este artículo y dirigida al director de El Economista, el periódico para el que trabajo. La reproduzco de manera íntegra a continuación:

Ciudad de México, 2 de marzo de 2020

Sr. Luis Miguel González, Director General Editorial

Con relación al artículo “Los Conejos de Profeco”, firmado por José Soto Galindo y publicado este lunes 2 de marzo en sus ediciones impresa y digital, me permito hacer de su conocimiento las siguientes consideraciones:

Fundamentalmente, el autor señala que no se le proporcionó soporte documental, solicitado a través de Acceso a la Información, que sustente lo que yo he afirmado en el sentido de que empresas como eBay y Alibaba no respetan la legislación mexicana en materia de comercio electrónico, poniendo en duda que así sea, y advirtiendo que Profeco no debe guiarse por “creencias y percepciones” de su titular.

Aunque se le compartió un documento en el que se analiza y detalla porqué estos proveedores incumplen, el periodista considera que no se le proporcionó la información suficiente; pero ese no es el fondo del asunto, el punto es que los consumidores tengan certeza de si hay o no riesgo al comprar con un proveedor que no se apega a la legislación mexicana.

Es obligación de la Profeco garantizar los derechos de los consumidores como derechos humanos, previniendo e informando de aquellas situaciones que representan riesgo. Como lo establece la Ley Federal de Protección al Consumidor, debe existir un domicilio en que la Profeco pueda notificar para dar garantía al consumidor y presentar los precios en pesos mexicanos; Alibaba no cumple con ambos, y eBay hasta hace poco tiempo nos notificó su domicilio, pero sigue con precios en dólares americanos.

Es por ello que para complementar esa información y empoderar al consumidor, estamos preparando un programa de identificación de proveedores confiables, a través de la certificación y otorgamiento de un Distintivo Digital, que permitirá saber quién es confiable y quién no.

No se trata de las creencias o percepciones de un servidor, es una realidad que enfrentan los clientes con algunos sitios de comercio electrónico; problemática que es materia recurrente en juntas de trabajo y análisis sobre el tema en esta Procuraduría, y que se constata en el programa de Monitoreo de tiendas Virtuales.

Agradezco de antemano que en mi derecho de réplica se publique la presente en sus ediciones digital e impresa.

Atentamente

Ricardo Sheffield Padilla

Procurador Federal del Consumidor

Este artículo originalmente se publicó en El Economista el 1 de marzo de 2020.

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