Sobre el periodismo serio de Publimetro Colombia

Un millón de moscas no pueden estar equivocadas: come mierda.

? Esta semana se discutió en redes sociales y en algunos medios serios el post en Twitter de Alejandro Pino Calad, director de Publimetro Colombia, sobre la respuesta que el periódico gratuito dio a una de sus lectoras que le reclamaba por la frivolidad de una publicación. Pino Calad y su equipo respondieron con un regaño disfrazado de lamento de que «la masa de lectores» prefiere consumir «basura» en lugar de contenidos útiles o necesarios y que, justo por eso, por la demanda de consumo que provoca clics y engagement, el periódico sigue produciendo «basura». ? ? La culpa la tienen los otros —los lectores, las agencias de publicidad, el sistema capitalista— que nos orillan a hacer esto que no nos gusta. ¡Válgame!

? En el fondo es un debate estéril y morboso, por eso escribí este post basura que espero que deje algunos clics en Economicón.

La historia comienza así:

—Ufff, qué noticia tan importante —escribió Adriana Gómez Moreno sobre un post de Publimetro Colombia en su página de Facebook, un contenido habitual producido para generar engagement y clics (la propia Gómez Moreno contribuyó al primer objetivo).

Y el periódico respondió:

—No lo es, lo sabemos, pero es una curiosidad que tiene el mayor tráfico de la semana… Lamentablemente, a la gente pareciera no importarle nuestros especiales sobre corrupción, el proceso de paz, la crisis de movilidad en Bogotá, etc. Pero lo seguiremos haciendo porque son necesarios, son importantes y es nuestra misión como medio. Esto es para pagar la nómina de los que hacen esas otras investigaciones y darle gusto a una masa que pareciera despreciar el verdadero periodismo, pero ama lo viral.

💩 💩 💩 No soy seguidor de Publimetro en México —y mucho menos de Colombia—, aunque tengo amistades en esa casa editorial cuyas opiniones respeto aunque no coincida con ellas buena parte de las veces. Por lo general, el contenido que encuentro de Publimetro es del tipo «Recupera a tu ex con solo escribirle por WhatsApp» o «Así quedó el pie de Paulina Rubio después de una estrepitosa caída». Materiales «basura», como el propio Pino Calad los califica. «Lamentablemente el público consume en masa basura, y eso obliga a los medios a ofrecer basura. Desde los medios debemos buscar un equilibrio», según Pino Calad.

? ? Los conceptos de «periodismo serio» o «contenido útil» tienen una significación empírica que permite a sus realizadores creerse parte de algo trascendente, algo que contribuye a la democracia, a vigilar al poder y a mejorar nuestras sociedades. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué es «periodismo serio» ni «contenido útil»: ¿por «serio» nos referimos a que el autor produce el contenido con adustez, severidad o incluso malhumorado? ¿Con «útil» queremos decir que derribaremos al déspota e instauraremos el verdadero poder del pueblo o sólo que tendremos la lista de trámites para nuestra próxima excursión al bosque de la burocracia? Se trata de un falso debate sobre el papel de los medios: ¿están todos los lectores obligados a conocer el drama social o las historias de corrupción endémica en América Latina? ¿Todos los lectores deben preocuparse por el acontecer de la macroeconomía o las estrategias para mejorar el transporte público? Y, por otro lado, ¿qué esperar cuando un medio dedicado casi en su totalidad a publicar información «basura» nos receta el gran reportaje sobre los niños explotados en la economía informal?

💩 💩 💩 El sitio El Español asignó a dos personas para escribir sobre el caso de Publimetro Colombia; llegaron a esta sublime conclusión: «Escribir historias que sean susceptibles de ser compartidas y leídas de forma masiva no es incompatible con una de las principales normas del oficio: el rigor». Rigor es la otra pata de lo trascendente en el periodismo: ¿la noticia sobre el robo de joyas de Kim Kardashian en París es «intrascendente»? ¿Es un atentado al rigor? El periodismo sólo tiene una metodología, responder a las preguntas: ¿qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y a mí qué? Y el contenido también puede ser entretenimiento. ¿De dónde salió esa supuesta obligatoriedad de que todo debe ser serio, adusto y necesario?

? ? Así llegamos a la lógica de que para que nuestro medio aparezca mejor posicionado en Google, que nuestra cuenta en Twitter tenga más seguidores o que nuestra marca se exhiba en más muros de Facebook es necesario «combinar» contenido basura con contenido útil, cualquier cosa que los dos términos quieran significar. La culpa es de los otros, descubrieron los redactores de El Español: «Las agencias de medios y los anunciantes, además, perpetúan un sistema en el que solo los líderes en tráfico de cada categoría pueden aspirar a otro tipo de publicidad. Es la maldición de la página vista, la respuesta a la pregunta ¿por qué todos publican lo mismo en todo el mundo, por qué tanta basura?», en la cita que rescataron de la fundadora de Verne, Delia Rodríguez.

Lo único cierto al final es que lo «útil y necesario» queda sumergido en un mar de basura. O como dice el viejo adagio: frente a la montaña de estiércol, un millón de moscas no pueden estar equivocadas: consume mierda.

?? ?? ?? El problema, ciertamente, no es del periodismo ni de Publimetro ni de las agencias de publicidad. Es de Adriana Gómez Moreno: ¿qué espera siguiendo a Publimetro Colombia en Facebook?

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