La estrategia operativa y de negocios de AT&T en México está enfocada en abrir el mercado de las soluciones tecnológicas empresariales y en el despliegue de su infraestructura de red, por lo que otras verticales relacionadas con las telecomunicaciones, como la provisión de servicios de video o de telefonía e internet fijos, no son ahora una prioridad. En cuanto al terreno jurídico de la industria, AT&T espera un compromiso de las autoridades regulatorias para crear un ambiente libre, abierto y competitivo, que le dicte reglas claras a Telcel, de acuerdo con Kelly King, director general de la compañía en México.

El ejecutivo, un ingeniero que antes de venir a México fue vicepresidente senior para Ventas a Empresas Pequeñas y presidente de Ventas Móviles a Consumidor de AT&T, aseguró que la compañía está dedicada a apuntalar cinco pilares: educación, medio ambiente, salud, aceleración de negocios y seguridad. Sobre la adquisición de Time Warner por AT&T en Estados Unidos, que creará un monstruo capaz de entregar contenidos audiovisuales a través de su propia infraestructura, King dijo que para México el camino primero es afianzar su red; sobre las oportunidades de cobertura que ofrece la red compartida, dijo que serán una posibilidad sólo si su propio despliegue de red la hace necesaria.

Sobre las soluciones tecnológicas empresariales, King dijo que se trabaja para ofrecer servicios de ciberseguridad para negocios y en servicios de conectividad para dispositivos, que permiten hacer más eficientes los procesos de producción o georreferenciar flotillas corporativas a través de sistemas de geolocalización satelital.

King tuvo este lunes su primer contacto con la prensa mexicana, a tres meses de asumir la dirección en sustitución de Thaddeus Arroyo el 9 de diciembre de 2016. Arroyo entregó a King una compañía con 12 millones de suscriptores de telefonía móvil, ingresos anuales por 648 millones de dólares y 15,000 empleos directos (datos al cierre del cuarto trimestre). «Nuestro compromiso de inversión en México es de 7,400 millones de dólares», recordó King.

AT&T está por concluir el proceso de fusión corporativa, en el que debe combinar las culturas de dos compañías que competían entre sí, Iusacell y Nextel, para formar una nueva entidad que compita contra Telcel de América Móvil. Este espíritu de competencia es el que le permite a la firma de origen estadounidense hacer frente al actor preponderante del sector, Telcel, y exigir del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el diseño de reglas que propicien una competencia igualitaria. «En la revisión de las reglas de preponderancia, esperamos una regulación sostenible y de largo plazo, para crear un mercado libre y competitivo», dijo King.

King se hizo acompañar de los directores jurídico, Troy Hatch, y de Asuntos Externos de AT&T, Cristina Ruiz de Velasco, y a ellos correspondió ofrecer la postura más crítica de la compañía frente a Telcel y la revisión de la declaración de agente preponderante que se espera que el IFT presente en las próximas semanas. Para Ruiz de Velasco, el regulador debe fortalecer las medidas asimétricas existentes en materia de interconexión, enlaces dedicados, acceso a infraestructura pasiva, prevención y control de conductas anticompetitivas, replicabilidad de las ofertas del agente económico preponderante y compras de gobierno desagregadas que eviten que un actor ofrezca múltiples servicios empaquetados. «Sin que se establezca un camino de largo plazo no vamos a meter a México en la econoía digital», dijo Hatch.

Este artículo se publicó originalmente en El Economista el 13 de febrero de 2017.

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